10 ene 2010

En sus zapatos.

Llevo tu corazón conmigo, lo llevo en mi corazón. Nunca estoy sin él, allá donde voy vas tú, querida. Y todo aquello hecho solo por mí lo haces tú, mi amada. No temo al destino porque tú eres mi destino, mi amor. No quiero ningún mundo pues, hermosa, tú eres mi mundo, mi fiel. He aquí el mayor secreto que nadie conoce. He aquí la raíz de la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida que crece más de lo que el alma puede esperar o la mente ocultar. Es la maravilla que mantiene las estrellas separadas. Llevo tu corazón, lo llevo en mi corazón.


El arte de perder no es difícil de aprender, tantas cosas parecen querer extraviarse que perderlas no acarrea ningún desastre. Pierde algo todos los días, acepta la confusión de perder las llaves. Perdí dos ciudades, dos ríos, un continente, los echo de menos pero no fue ningún desastre, aun al perderte la voz burlona ... un gesto que adoro. No debí mentir. Es evidente que el arte de perder no es difícil de aprender aunque pueda parecerse ... a un desastre.